viernes, 23 de mayo de 2014

La Argentina, segundo exportador de miel del mundo

El Senasa informó que la Argentina es el país de Sudamérica con más colmenas y es el segundo exportador de miel del mundo. 
En 2013 hubo exportaciones que totalizaron las 64.380 toneladas.
La Argentina tiene el mayor número de colmenas en el Hemisferio Sur y es el segundo exportador de miel detrás de China, y el primero en ingreso de divisas. 
En el año 2013, los envíos totalizaron 64.380 toneladas de miel.
La apicultura ocupa un lugar destacado en la producción agropecuaria de la Argentina. La miel producida en nuestro país es considerada una de las de mejor calidad en el mundo. 
Actualmente la Argentina es el segundo exportador del producto, detrás de China que es el mayor productor y exportador del producto en el mundo.
El crecimiento de la actividad vivido entre los años 2000 a 2004 hizo que la apicultura se desarrollara en todo el país, aumentando el número de apicultores y de colmenas.
“Produjo la expansión de la producción apícola, que estaba radicada en la Pampa Húmeda, a casi todas las provincias de nuestro país, no sólo por ser fuente de productos naturales, sino también por la excelente cualidad que posee la apicultura como factor de desarrollo rural y familiar de las comunidades”, explicó Diana Guillén, presidenta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Las acciones del Senasa en la actividad también tienen en cuenta la política impulsada por el ministro de Agricultura de la Nación, Carlos Casamiquela, de apoyo y fomento a la agricultura familiar y a las economías regionales.
Las referidas condiciones también fueron la base para que en la última década el sector apícola se organizara e invirtiera en tecnología, siendo fuertemente acompañado por el Estado nacional a través de sus organismos técnicos, que ubican a la Argentina como uno de los países con mayor nivel científico técnico a nivel mundial.
También, es fundamental el valor social y ecológico que tiene la apicultura. 
La crianza y multiplicación de abejas contribuye singularmente con la biodiversidad ambiental y con la producción de alimentos. 
La FAO estima que por cada dólar de ganancia por la producción de miel, se están generando quince dólares por la acción benéfica de este insecto durante la polinización de cultivos relacionados con la producción de alimentos.
El Senasa diagramó sistemas de gestión y control de la cadena productiva y sus respectivas normativas de trazabilidad, que tienen en cuenta las necesidades del mercado interno y los diferentes requerimientos de los mercados externos a los que se envía la miel argentina. 
“Si bien estos sistemas no eran nuevos en el mundo, si fue novedosa su aplicación en un país con un gran número de colmenas”, refiere Rodolfo Bottini, director nacional de Sanidad Animal del Senasa.
En la Argentina, actualmente, unos 25.000 productores apícolas trabajan con alrededor de tres millones de colmenas, siendo el país de mayor cantidad de ellas en el Hemisferio Sur. 
Las colmenas se ubican principalmente en las provincias que conforman la región de la Pampa Húmeda. Casi el 50 por ciento del total de colmenas están en la provincia de Buenos Aires. 
Otro 35 por ciento se reparte entre las provincias de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos. 
El 15 por ciento restante se distribuye en el resto del territorio nacional. Con excepción de Tierra del Fuego, todas las provincias argentinas explotan colmenas comercialmente.
“Además, la cadena apícola sostiene económicamente a casi 100 mil familias, entre productores y otros actores vinculados a la comercialización de estos productos e insumos, y representa una de las principales actividades para la agricultura familiar y las economías regionales”, explica Nicolás Winter, a cargo de la Dirección de Programación Sanitaria del Senasa.
Durante el 2013 los principales compradores de miel de la Argentina fueron: Estados Unidos 43.331 toneladas (67%); Alemania con 5.509 toneladas (8.5%); Japón con 3.493 toneladas (5.4%); Arabia Saudita con 2.164 toneladas (3.7%); Canadá con 2.058 toneladas (3.2%); Italia con 1.366 toneladas (2.12%) e Indonesia con 1.139 toneladas (1.7%).
El Senasa viene acompañando el crecimiento de la actividad y su ordenamiento productivo y territorial, a través de estos años y, en el 2013, estableció un nuevo marco normativo para el sector al unificar y actualizar los contenidos de la normativa sobre sanidad apícola.

“Mediante la Resolución 278/2013, se creó el Programa Nacional de Sanidad Apícola, estableciendo sus funciones y las acciones a ejecutar principalmente en relación a las enfermedades de las abejas consideradas con mayor impacto productivo y económico: Varroosis (Varroa destructor), Nosemosis (Nosema apis, Nosema cerenae), Loque americana (Paenibacillus larvae); Cría yesificada (Ascophaera apis), Loque Europea (Mellisococus pluton), y enfermedades virales; así como también las enfermedades y plagas de las abejas, que no están presentes en la Argentina, que son causadas por Acarapis woodi, Aethina Tumida y Tropilaelaps spp, las cuales son incorporadas al Reglamento General de Policía Sanitaria de los Animales”, explica Mariano Bacci, coordinador del Programa creado.

Los ejes principales del Programa son la planificación de muestreos regionales, tareas de extensión y difusión de información sanitaria y la participación en las negociaciones con mercados internacionales. 
También, el apoyo de instrumentos fundamentales como los registros nacionales de productores apícolas; de apiarios de crianza, de inspectores sanitarios apícolas (técnicos privados acreditados por el Senasa) y el control de movimientos de colmenas.


jueves, 17 de mayo de 2012

Desarrollan un endulzante a partir de microorganismos


El estudio de los investigadores encontró que de las levaduras del género Cándida se puede se puede extraer el xilitol.
De la pared celular de un tipo de hongo vegetal, expertos de la Universidad Nacional de Colombia (UN) en Medellín extraen xilitol, endulzante alternativo, bajo en calorías y amable con la salud de las personas. 

Los problemas de sobrepeso, la generación de placa dental, las enfermedades sanguíneas, entre otras complicaciones derivadas del azúcar de mesa, pueden ser controladas con edulcorantes como el xilitol, producto que puede ser consumido por personas diabéticas, y que además tiene beneficios y efectos preventivos en el organismo.

Aunque tal edulcorante se usa en países europeos para “saborizar” gomas de mascar, jarabes o cremas dentales, investigadores de la Facultad de Ciencias de la Sede Medellín avanzan en un proyecto en el cual se aíslan microorganismos, a diferencia de otros mecanismos, a partir de una levadura vegetal, y luego de procesos bioquímicos se logra la obtención del xilitol.

La investigadora María del Socorro Yepes del grupo de Producción, Estructura y Aplicación de Biomoléculas (Probiom) de la Escuela de Química, explicó que el procedimiento consiste en obtener hemicelulosa de levaduras (hongos) del género cándido y esta se lleva a un proceso biológico con una enzima denominada xilosa reductasa, con la cual, finalmente, se puede obtener el xilitol o endulzante alternativo.

De ese modo, Catalina Mira, experta de Probiom, indicó que “hicimos crecer las levaduras en medio mínimo con xilosa reductasa para luego seleccionar aquellas que fueran capaces de crecer y exploramos la capacidad que tenían las levaduras de producir xilitol. 

Después, se llevan a medios de fermentación, medios líquidos, suplementados con la xilosa y evaluamos a diferentes tiempos la producción del edulcorante”.

Yepes defendió de la propuesta biológica para desarrollar compuestos como el xilitol que, aunque sea una propuesta de alto costo y se pueden encontrar microorganismos patógenos en los hongos, se logra una producción limpia gracias a la implementación de bioingeniería en ese tipo de estrategias que contribuyen al cuidado medioambiental. 

La investigadora enfatizó en que “la recuperación del medioambiente que puede durar miles de años, es más costosa que la misma producción del xilitol”, por lo cual apoya ese tipo de iniciativas.

Los investigadores indicaron que lo importante de desarrollar ese tipo de proyectos es comprender la técnica de manipulación de organismos para obtener compuestos que están en el interior de residuos agroindustriales, como la hemicelulosa, y lograr la producción de estos para benefició común.

El proyecto investigativo se viene trabajando desde hace dos años a nivel de laboratorio y se ha detectado de manera química e instrumental que sí se puede obtener un edulcorante a partir de los procedimientos utilizados por los expertos de la UN.

dicyt.com

domingo, 3 de enero de 2010

Todo lo que se debe saber de los endulzantes

Un sustituto del azúcar o edulcorante es un aditivo para los alimentos que imita el efecto del azúcar, pero que usualmente tiene menos aporte energético.
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Algunos son derivados del azúcar y otros son sintetizados químicamente.
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¿Cuál es la diferencia entre ellos?
¿Cuáles son sus efectos?
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Son algunas de las inquietudes que aclara la químico farmacéutica Jenny Amado, docente de la Universidad Andrés Bello.
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La Sucralosa es un edulcorante no calórico que se obtiene a partir de una molécula de sacarosa, que es el componente principal del azúcar, lo que hace que tenga un sabor muy similar a ésta. Se sintetizó por primera vez en 1976, y en los más de 30 años que lleva en el mercado ha demostrado tener un alto perfil de seguridad.
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“Su uso está autorizado por diversas entidades internacionales relacionadas con la industria de alimentos, como la FDA, FAO e incluso la OMS.
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Tiene una serie de ventajas que han hecho que su consumo se haya masificado en los últimos años, como tener un poder endulzante casi 600 veces más que la misma azúcar, es estable a temperaturas frías y calientes, y sólo se absorbe en un pequeño porcentaje, el que se elimina por la orina, y lo que no se absorbe se elimina inalterada por las deposiciones y puede ser usado sin problemas en personas con Fenilcetonuria y embarazadas”, explica Jenny Amado, docente de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.
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“La ingesta máxima diaria permitida es de 15 mg por kg de peso, por lo que se puede consumir en las mismas cantidades que el azúcar sin consecuencias para la salud”, agrega la químico farmacéutica.
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Diferencias
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En Chile, existen diversas presentaciones de la Sucralosa:
en tabletas, líquido, polvo y en distintos productos dietéticos o de bajas calorías sola o combinada con otros edulcorantes como Ciclamatos, Acesulfame de Potasio y Aspartame.
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Por su parte, “la Sacarina es el edulcorante que tiene mayor tiempo en el mercado y es más usado.
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No se conocen efectos colaterales directos, pero se recomienda usarlo con precaución”, subraya la profesional.
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“El uso del Ciclamato data desde la década del ‘50 pero ha sido rechazado en países desarrollados por su riesgo cancerígeno.
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Su poder edulcorante es de 50 veces más que el azúcar, pero deja un gusto amargo al final, por lo que se usa asociado a sacarina, principalmente en bebidas gaseosas”, dice la profesional.
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“El Aspartame es conocido mundialmente por su nombre de fantasía Nutrasweet. Se puede usar en diversas preparaciones, pero pierde un poco sus propiedades endulzantes en bebidas calientes.
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Está absolutamente contraindicada en personas que sufran de Fenilcetonuria”, destaca la docente de la Universidad Andrés Bello.
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“El Acesulfame de Potasio se utiliza en industria alimenticia, como endulzante de bebidas gaseosas.
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No se le conocen efectos negativos en la población”, concluye.
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Edición: Universia / RR
Fuente: Universidad Andrés Bello